jueves, 26 de julio de 2012

el color de tus ojos inspira tu coco

A final los años 60, en un colegio de un pueblo de Iowa, conmemoraban la muerte de Martin Luther King. Había sido nombrado "héroe del mes" en clase y habían visto la importancia de la lucha que  este hombre había emprendido para mejorar las condiciones de la población negra.  Un niño pequeño, se le acercó a la profesora (Jane Elliott) a preguntarle que si era un hombre tan bueno porqué alguien querría matarle. Ante la pregunta, la profesora sabía que los niños eran demasiado pequeños para entender conceptos como racismo o xenofobia así que se le ocurrió la siguiente actividad:

Dividió a los niños en dos grupos, "ojos azules" y "ojos marrones". Entre los niños (y la misma profesora) predominaban los ojos azules. Les dijo a los niños que los ojos negros eran un signo de inteligencia, que eran superiores a la gente de ojos azules y que tendrían mas privilegios en clase.
Durante una semana les fue diciendo cosas asi a los niños, incluso escribio "Melanina" en la pizarra y les dijo que era la sustancia que hacia que la gente tuviera los ojos oscuros y que fueran mas inteligentes

Al poco tiempo, observó cómo los niños de los "ojos superiores" oprimian a los de "ojos inferiores", y que estos últimos mostraban signos de de miedo y poco respeto por sí mismos. Tan asimilado tenían la superioridad los de los ojos negros, que un niño se le acerco y le pregunto que por qué era la profesora si tenia ojos azules, a lo que otro niño contesto que si los tuviera negros seria directora o superintendente (tanto el director del colegio como el superintendente tenian ojos marrones, por casualidad)

A la semana siguiente les dijo que todo lo que habia dicho era mentira y que, en realidad, la gente con ojos azules eran superiores... enseguida vio como los roles se intercambiaban y los que antes habian sido los oprimidos se dedicaban ahora a oprimir a los otros.
Uvez les dijo a los niños la verdad, todos los niños dijeron que entendian mejor como era la vida de la gente considerada inferior.

Evidentemente, los niños habían comprendido y experimentado el comportamiento "racista". Y, aunque el ejercicio habia sido muy bueno, desgraciadamente la gente del pueblo no opino lo mismo y fue expulsada del colegio. A lo largo de su vida, Jane Elliott ha sido golpeada, apuñalada, amenazada de muerte y expulsada de no pocos pueblos mas, fue considerada una "Amante de los negros" durante mas de 20 años en su pueblo y hasta su familia la repudió.

Esto es un claro ejemplo de cómo dependiendo de dónde nos "encasillen" podemos actuar de una manera u otra. y vosotros, ¿Qué pensais?  ¿será tan fácil el manipularnos a las personas?
¡Dadle al coco!


Fuente: Bitácora de Sammael http://barrapunto.com/~sammael/journal/24550

miércoles, 25 de julio de 2012

Coco contra Coco

Para intentar comprender cómo se forman los prejuicios en los grupos, , los psicólogos Muzafer y Carolyn Sherif, diseñaron un experimento conocido como the Robber’s Cave Experiment.

En el estudio, Sherif fue presentado como el guarda del campo a los 22 adolescentes varones que tomarían parte en el experimento. Los adolescentes fueron trasladados al campo de forma separada en dos grupos, cada uno compuesto por 11 chicos. Cada grupo desconocía la existencia del otro y como fueron asignados a dos áreas lejanas entre sí, durante los primeros días no se encontraron. 

¿Qué pretendían evaluar con el experimento?
1. El grupo mostrarán una tendencia a trabajar en conjunto con metas comunes y se desarrollará una estructura grupal.

2. Si entre los grupos se han forzado condiciones de competitividad y frustración grupal, desarrollarán actitudes hostiles en relación con los miembros de otros grupos.

Los experimentadores promovieron las metas comunes para lo cual se requería una discusión cooperativa, la planeación de la actividad y la consecuente ejecución. Al cabo de los primeros cinco o seis días ya dentro de cada grupo se habían desarrollado las jerarquías sociales internas y los chicos se reconocían como parte integrante del grupo.

Cuando ambos grupos finalmente se descubrieron el uno al otro, los chicos mostraron una tendencia a reforzar su sentido de pertenencia a su grupo y establecer barreras hacia los otros. Se llevaron a cabo actividades competitivas entre ambos grupos donde el vencedor era recompensado con un premio. De esta manera, la efectividad grupal aumentó en la misma medida en que crecía su animadversión por el grupo contrario. Los chicos se veían impulsados a unirse a su grupo contra un aparente “enemigo exterior”. Así, los chicos de un grupo no deseaban comer con los otros, se mostraban irrespetuosos para con la bandera del equipo contrario e incluso hacían alusión al otro equipo de manera despectiva.

Los experimentadores se plantearon cómo solucionar esta animadversión recíproca y plantearon una serie de problemas que para solucionarlos tenían que trabajar en equipo conjuntamente con el otro grupo (buscar agua, reunir dinero para una proyección de cine...)

Después de varias tareas de este tipo, los integrantes de ambos grupos se unieron en actividades comunes y dejaron atrás su sentido competitivo. Tanto fue así que al retorno, pidieron regresar juntos en el mismo autobús.
 
Este experimento muestra resultados muy interesantes sobre los prejuicios entre grupos. Cuando un grupo crea su identidad, pone barreras contra todo aquél que sea ajeno él. Y cuando interesa que el grupo esté más unido que nunca, se puede "crear" un enemigo común contra el que luchar, así la masa se torna más manejable y es más probable que se dejen guiar por un líder. 

En cambio, resulta alentador ver que si nos unimos y luchamos en pro del beneficio común, las barreras quedan reducidas a escombros para siempre.

Si la vida real fuera un experimento de este tipo, después de las fases 1 (creación de la identidad del grupo), fase 2 (creación de la animadversión al otro grupo) y fase 3 (unión de ambos grupos por un bien común), la fase 4, ¿en qué consistiría?

a) La lucha contra un nuevo grupo exógeno con la consecuente reacción de AMBOS grupos por acabar con el otro

b) La unión con el nuevo grupo exógeno para luchar por el bien común.

Pensad en los hechos recientes. ¿Cual creéis que es nuestra situación? ¿Cuál debería ser? 



Fuente:
Blog: El rincón de la psicología de Jennifer  Delgado. http://www.rinconpsicologia.com/2010/04/la-cueva-de-los-ladrones-lo-peor-y-lo.html 

Sherif, M.; Harvey, O. J.; White, B. J.; Hood, W. E. & Sherif, C. S. (1961) Intergroup conflict and cooperation: The Robbers Cave experiment. Norman: University of Oklahoma Book Exchange

martes, 24 de julio de 2012

No es coco todo lo que reluce...

Recordaréis a la típica vecina escandalizada que le dice a los de los informativos: "¡Pero si era un hombre de lo más agradable, que me decía buenos días por las mañanas y me ayudaba a subir la compra, y quería mucho a los niños!". Esta es una respuesta típica de cuando conocemos a un asesino y no nos lo podemos creer.
 David Buss, psicólogo de la Universidad de Texas, se ha dedicado a estudiar el lado más oscuro de las personas comunes y corrientes. Para hacerlo le pidió a sus estudiantes que indicaran en un cuestionario si alguna vez habían fantaseado sobre matar a alguien. A continuación, les pidió que escribieran sus fantasías en un ensayo.
Para su propia sorpresa, Buss encontró que el 91% de los hombres y el 84% de las mujeres tenían fantasías homicidas particularmente vívidas. Sin embargo, todo no termina ahí, muchos de los entrevistados también refirieron pasos muy específicos sobre cómo cometerían el asesinato. Y lo interesante es que no se trataba precisamente de muertes “dulces” sino de verdaderas torturas.
De hecho, Buss señala que en muchas ocasiones las personas que cometen asesinatos son vecinos normales y simpáticos que han llegado a una situación insostenible en la cual el miedo era su vida cotidiana. Llegados a un punto, este miedo contenido se convierte en ira y desata actos violentos.
Según este psicólogo, cada persona, con las motivaciones justas, sería capaz de cometer increíbles actos de heroísmo pero también horrores extraordinarios.
Si analizamos con mayor profundidad este tipo de actitudes descubriremos que en su fondo subyace la confianza en el bien. Creemos que ser buenos es natural y que los “monstruos” son desviaciones de la norma. Este pensamiento nos facilita la vida y nos hace sentir más seguros en nuestro pequeño mundo. Además, nos evita contemplar y aceptar que dentro de cada persona se esconden tendencias, ideas o deseos que no quisiéramos revelar.

Fuente:
Blog: el rincón de la psicología, de Jennifer Delgado. http://www.rinconpsicologia.com/2012/07/cuando-el-bien-se-convierte-en-mal.html
Buss, D. m. (2005) The Murderer Next Door: Why the Mind Is Designed to Kill. Penguin.